En Chile circula una de las creencias más comunes entre las personas endeudadas: “si no pago mi deuda, con el tiempo desaparecerá sola”.
La verdad es que esto es falso.
Las deudas no se borran automáticamente. Lo que existe es la prescripción de la acción de cobro, y no ocurre de manera espontánea: debe ser declarada por un tribunal cuando la persona deudora lo solicita y cumple ciertos requisitos legales
¿Qué significa la prescripción de una deuda?
• La prescripción no elimina la deuda en sí misma.
• Lo que se extingue es la facultad del acreedor de demandar judicialmente para cobrarla.
• El plazo de prescripción varía según el tipo de documento:
Pagarés y letras de cambio: 1 año desde el vencimiento.
Cheques: 1 año desde que fueron presentados al cobro.
Deudas bancarias y créditos: generalmente 3 a 5 años.
En todos los casos, es el juez quien debe declarar prescrita la deuda si se solicita correctamente (Biblioteca del Congreso Nacional).
Preguntas que suelen hacerse las personas
• “Si espero 5 años, ¿mi deuda desaparece?”
No. La deuda sigue existiendo; solo puede pedirse que caduque la acción judicial.
• “¿Puedo salir del DICOM por prescripción?”
No automáticamente. El registro se mantiene hasta que se realice el trámite legal o hasta el plazo máximo que la ley permite comunicar la mora (5 años, según la Ley 19.628).
• “Entonces, ¿qué hago si ya no puedo pagar?”
Ahí entran herramientas como la Renegociación o la Liquidación voluntaria, contempladas en la Ley 20.720, que permiten enfrentar de manera ordenada y definitiva el sobreendeudamiento (SUPERIR).
El camino real para salir de las deudas
Creer que las deudas prescriben por sí solas solo retrasa la solución. La experiencia muestra que los problemas se acumulan: intereses, demandas y, lo más grave, la angustia de vivir “escondido”. La verdadera salida está en usar mecanismos legales y seguros. Hoy existen procesos gratuitos y judiciales que detienen embargos, reestructuran tus pagos o eliminan definitivamente la deuda. La diferencia está en cómo se presentan los documentos y qué estrategia se elige: ese orden y acompañamiento especializado es lo que convierte la deuda en una oportunidad de empezar de nuevo.
El momento de dar el siguiente paso
Las deudas no desaparecen solas: se enfrentan con decisión e información.
La buena noticia es que sí existen caminos claros para dejar atrás el DICOM y recuperar la tranquilidad financiera, siempre que se actúe de manera oportuna.
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